Formas de comunicarnos


Hay por lo menos cuatro formas en que los humanos podemos comunicarnos.


Comunicación escrita

La comunicación escrita (CE) no está sometida a los conceptos de espacio y tiempo: Un texto puede ser escrito en una ciudad de otro continente hace varios siglos y aún así continúa conmoviendo a los lectores actuales.

La interacción entre el emisor y el receptor no es inmediata e, incluso, puede llegar a no producirse nunca, aunque aquello escrito perdure eternamente.

La CE aumenta las posibilidades expresivas y la complejidad gramatical, sintáctica y léxica con respecto a la comunicación oral.

Si bien hay diferentes tipos de comunicaciones escritas, como la social (carta personal, tarjeta personal, invitación), empresarial (nota, informe, memorándum, parte, expediente, disposición, proyecto de ley, proyecto de decreto, invitación), en la CE básicamente se debe tener en cuenta lo siguiente:

        Claridad informativa
     Lo que expreso no debe dejar lugar a ninguna duda.
        Precisión
     Debo evitar vaguedades y elegir las palabras y frases exactas para no confundir a mi lector.
        Síntesis
     Salvo excepciones, como puede ser una novela o un cuento, aquí se aplica aquello de que “lo bueno, si es breve dos veces bueno”. La síntesis implica un trabajo de elaboración para no dejar de lado información importante y útil para mi lector y aún así ser breve.
        Naturalidad
     Significa dejar de lado el lenguaje ampuloso, aparatoso y expresarse con términos entendibles sin caer en la vulgaridad. “Te invitamos a nuestro casamiento” resulta mucho más amigable que el antiquísimo “Tenemos el placer de invitarlo a participar del enlace de nuestros hijos”, fulanito y menganita.
        Cortesía
     El buen trato y el respeto no están reñidos con las virtudes anteriores, especialmente la de la naturalidad. Tener en cuenta que lo que decimos en la comunicación verbal-gestual puede no interpretarse de la misma manera en una comunicación escrita.
        Legibilidad
     Lo que escribo debe ser fácil de leer. Las letras no son garabatos y deben tener un tamaño lo suficientemente grande para leer sin esfuerzo.
        Estética
     El texto que entrego debe ser agradable a la vista. No debe parecer una pared de texto por lo extenso ni tampoco desprolijo. Debe invitar a la lectura.
        Distribución del texto
     Lo que redacto, ya sea a mano o impreso, debe guardar una simetría y estar distribuido con un criterio estético.
        Elección de papelería (textura, color, tamaño, tipografía, etc.)
     En este caso bien vale el asesoramiento de personas con experiencia para elegir el papel apropiado para cada ocasión.


Comunicación icónica


La comunicación icónica (CI) se refiere a aquellos signos, como los del tránsito, que entregan información que es conocida y entendida por una comunidad.

Cuando vemos el signo “ceda el paso”, sabemos que todos los conductores manejan este código para poder transitar correctamente y entienden que al verlo deben tener precaución y dar el paso si es que viene algún vehículo.

Los íconos son signos que mantienen una relación de semejanza con el objeto representado, es decir que desde el punto visual tienen un parecido con lo que intentan representar, según se puede ver en la siguiente imagen.

El lenguaje icónico es el lenguaje de las imágenes, ya sean éstas fijas o en movimiento. Un ícono es un ancla visual, un objeto gráfico que nos facilita la identificación de algo con el menor esfuerzo.

Son ejemplo de comunicación icónica las señales de tránsito (ver más arriba), los gráficos de los juegos olímpicos, las advertencias de seguridad en lugares públicos, los logos de las marcas y la información relacionada con la informática (ver más abajo).






La comunicación oral:
La comunicación oral es aquella que se establece entre dos o más personas, tiene como medio de transmisión el aire y como código un idioma. Cada vez que nos comunicamos hacemos uso de un lenguaje.

Pero una forma muy particular de usar el lenguaje es la comunicación oral que corresponde al intercambio de información entre las personas sin hacer uso de la escritura, de signos, de gestos o señales, sino utilizando únicamente la voz para transmitir una información.

Hay diversas situaciones en las que es fundamental el hecho de realizar una buena comunicación oral, por ejemplo en exámenes, entrevistas de trabajo, discursos, negociaciones, discusiones, etc.

La voz es una de las herramientas de comunicación más eficaz. Hay que hablar manejando un volumen adecuado.

La dicción (la forma de emplear las palabras para formar oraciones y la manera de pronunciar) debe ser clara, se debe marcar de manera precisa cada una de las letras o sílabas que forman parte de una palabra.

La velocidad de la elocución debe ser correcta, moderada. Se debe resaltar más algunas palabras que otras, pronunciar determinadas frases a distinta velocidad, etc.

Para ayudarse a hablar mejor se puede leer en voz alta frente a un espejo, cuidando la dicción, evitando los tonos nasales, tendiendo a la velocidad adecuada, prestando atención a la postura corporal que se adopta al hablar, también se recomienda el ensayo y la repetición sobre todo con aquellas palabras que resulten de difícil pronunciación; asimismo se debe manejar la ansiedad y tomar el aire necesario en las pautas correctas de una elocución.

Con respecto a la comunicación oral, es muy importante poder mantener fluidas y óptimas conversaciones (ya sean interpersonales cara a cara o por vía telefónica), y para ello se debe saber hablar correctamente, escuchar al interlocutor, mostrar interés, estar informados de los temas de actualidad, etc.

La comunicación gestual:
La comunicación gestual corresponde al lenguaje corporal o no verbal y sirve para contradecir, complementar o reforzar tanto la comunicación verbal como la escrita, proporcionando señales informativas.

Éste tipo de comunicación es de suma importancia, sobre todo en el ámbito empresarial, ya que nos brinda información acerca de las emociones y las verdaderas intenciones que verbalmente no pueden expresar los funcionarios en un trance de negociación.

Con respecto a la comunicación gestual se debe tener en cuenta lo que se conoce como la comunicación quinésica, es decir la posición corporal (la posición de la cabeza, expresiones faciales, contacto ocular, la posición de las manos y los gestos que se pueden realizar con ellas). También el aspecto físico, el estilo de vestir dan claves sobre el interlocutor.

También hay que tener en cuenta la distancia zonal (proxémica), es decir, el espacio que la persona considera como propio y que necesita para interrelacionarse; esta distancia zonal varía según las culturas y la densidad de población del lugar en el que viven los individuos.
Se establecen cuatro tipos de zonas:

  • Zona íntima (es la más importante, toda persona la cuida como su propiedad, solo se les permite el ingreso a esta zona a aquellas personas que están muy cerca a nivel sentimental).
  • Zona personal (separa a las personas en una oficina o en una reunión).
  • Zona social (separa de toda persona con la que no se tiene una relación cercana)
  • Zona pública (es la distancia en la que la persona se siente más cómoda y por lo general proporciona más seguridad cuando se debe dirigir la palabra a un grupo grande de personas).

En el ámbito empresarial se debe prestar suma atención al lenguaje gestual, sobre todo a la hora de realizar una negociación, es muy importante cómo se realiza el apretón de manos y la posición y los gestos durante la reunión.




Comentarios

Entradas populares de este blog

El profesor que cree que hay que terminar con el "monopolio de Google" (y hacerlo rápido)

Los mass media según Marshall McLuhan y Umberto Eco