Hacen falta consumidores solidarios



El economista Lucas Campodónico analiza la forma en que podemos ser solidarios al utilizar servicios públicos como el agua, la luz y el gas.

"Mi propósito en estas líneas es olvidarnos por un momento del otro, para reflexionar sobre nuestro rol como ciudadanos, consumidores, o mismo como habitantes de este complejo planeta".

Tal la afirmación de Campodónico en la nota publicada en el diario La Nación el 1 de febrero de 2014.

En otros párrafos de su artículo, agrega:

 "Todos los caminos ya no conducen a Roma, sino a una sola palabra que engloba y atraviesa absolutamente todo: sustentabilidad, concepto que entiendo personalmente como la implementación individual del sentido común, lo opuesto a la implementación individual del sentido individual. Dichas implementaciones personales sumadas generan colectivos y contextos nuevos que permiten facilitar el ingreso a nuevos consumidores y ciudadanos a una tendencia de nuestros tiempos que podrá devenir quizás en un nuevo paradigma". (...)
"Mientras en el mundo más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, y como consecuencia mueren anualmente dos millones de personas, la ciudad de Buenos Aires está bendecida por el río más ancho del mundo. Tal vez contar con esta cercana fuente de agua potable nos hace ser uno de los mayores consumidores de este preciado recurso a nivel planetario.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cada persona necesita al menos 50 litros del líquido en forma segura para aseo personal y para elaborar sus alimentos. Ciudades como Madrid, Estocolmo, Lisboa y Londres tienen un consumo per cápita de agua que va entre los 130 y 160 litros por día. En Buenos Aires, en cambio, nuestro consumo diario per cápita se eleva a unos 630 litros. (...)
"Si mermáramos nuestro  nuestro consumo estaríamos generando un excedente que podría ser llevado a estos vecinos próximos que actualmente no cuentan con acceso a agua potable". (...)
"Miles de personas colaboraron con las inundaciones de la ciudad de La Plata el último año, o juntaron alimentos para los damnificados del terremoto en Chile. Sin embargo quería detenerme a reflexionar sobre la diferencia entre una solidaridad emocional post tragedia y una solidaridad racional pre tragedia.
 ¿Cuántos de nosotros, conociendo las posibilidades de un inminente corte de luz, disminuimos nuestro consumo eléctrico los días de calor? ¿Cuántos bajamos el aire a 24 grados o la heladera unos niveles de frío?
Todos somos parte del problema y eso nos transfroma automáticamente en parte de la solución. Asumir nuestra responsabilidad nos hace crecer como individuos y como sociedad. Reconocer y determinar nuestro protagonismo como consumidores ciudadanos es fundamental para la construcción de un país más inteligente y equilibrado en sintonía al deseo de un mundo más sustentable". 
Para consolidar los conocimientos de este tema ver el trabajo práctico titulado  Nuevas alternativas al consumo. Consumo ético y consumo sustentable

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