La libre expresión en jaque por el avance de la censura

 Hoy se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa


Por Miguel Wiñazki

Aunque es un derecho humano esencial, sólo se respeta en el 13% del mundo. En la Argentina, su alcance es parcial.

Solamente el 13 por ciento de los habitantes de la Tierra vive sin censura ni mutilaciones a la libertad de expresión de ningún tipo. Es una inmensa minoría.

El 41 por ciento vive en un clima de libertad de prensa parcial o mutilada. En ese pelotón estábamos los argentinos en 2015 según un informe de la organización Freedom House.

Y el 46 por ciento de las personas que viven en la Tierra, viven bajo regímenes que censuran totalmente la libertad de prensa. Entre los países mas brutales en ese sentido están Siria, Zimbabwe, Rusia o China, entre otros.

La libertad de prensa es uno de los derechos humanos esenciales, según la concepción de las Naciones Unidas. Efectivamente es así. No hay democracia sin libertad de prensa y viceversa.

Hoy se celebra precisamente en todo el mundo el Día Mundial de la Libertad de Prensa. En un sentido no hay mucho que celebrar. Durante 2015 mataron en el mundo a 67 periodistas según la organización Reporteros Sin Fronteras.

Además, hay por lo menos 100 periodistas encarcelados en distintos países. Muchos de ellos –la mayoría– puntualizan las denuncias con evidencias, víctimas de torturas atroces.

La idea del Día Mundial de la Libertad de Prensa surgió tras la denominada Declaración de Windhoek, fue tras un encuentro realizada en Namibia, en 1991, cuando reunidos los representantes de países africanos decidieron explicitar los graves problemas que afrontaba –y por supuesto aún afronta– el periodismo en ese continente.

En 1993 las Naciones Unidas decidieron finalmente definir al 3 de Mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa en alusión a aquella reunión africana.

El Manifiesto de Windhoek explicita el complejo panorama que afronta el periodismo y convoca a promover la prensa independiente, no sojuzgada por financiamiento que la someta a direccionar su línea editorial encubriendo noticias relevantes. ¿Es eso posible?

Es un gran debate mundial. Se ha cuestionado la definición, autorreferencial en general de “periodismo independiente”. No hay tal independencia se afirma, el periodismo depende de gobiernos o de corporaciones que teledirigen la voluntad de las audiencias –esa ciudadanía abstracta- y según esa posición decapitada masivamente, infantilizada y tutelada por poderes malignos.

El contexto de recepción, es decir, el clima en el que las personas reciben esos mensajes verticales que les inyectan el cerebro de formulismos preparados para manejar a la gente, está provisto de la anestesia que hace crecer el robotismo global.

Ese imperio de la automatización que promueve la tecnología y que conjura la libertad sustituyéndola por obediencia sin rebelión.

De acuerdo a esa mirada la prensa sería un canal propagandístico de intereses creados ajenos a la verdad.

Sin embargo, no hay verdades absolutas pero sí hechos que se pueden verificar. Un hecho verificado es información y la información perfora la trama de cualquier entretela de intereses creados y se expande comunicacionalmente, muchas veces a costa de la vida de los cronistas que la investigan. Esa es la tesis en la que arraiga la defensa de la libertad de expresión.

Por lo demás, los datos descubiertos por los periodistas abren ventanas cerradas antes a la inspección pública. La Ruta del Dinero K. es sólo un ejemplo local.

El valor central que promueve la declaración Windhoek es el pluralismo. Todo adquiere un valor singular porque fue promovida en el medio ambiente feroz de ataques a la libertad de prensa que acosan desde siempre África, y de manera sangrienta, matando periodistas por ejemplo.

Las diversas organizaciones de defensa de los derechos de la prensa; Reporteros Sin Fronteras, la Asociación Mundial de Diarios (WAN), el Global Editors Network, (GEN) y la Secretaria Interamericana de Prensa (SIP) adhieren a éste día… que es una jornada de celebración por el periodismo libre, y también de generación de conciencia para promover esa libertad tantas veces amenazada y en peligro.

Los ataques a la libertad de prensa son expresiones abiertas de violencia. Son agresiones contra las personas y contra los sistemas políticos abiertos pero que son vulnerables a los mamporros del autoritarismo. Por eso, el Día Mundial de la Libertad de Prensa, es también una jornada de protesta contra la violencia.


03/05/2016 - 02:16 Clarin.com  Sociedad

Miguel Wiñazki es secretario de redacción del diario Clarín. Es, además, escritor y periodista. Es licenciado y profesor en Filosofía por la Universidad de Morón. Miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo y presidente del Consejo Asesor de la maestría en Periodismo del Grupo Clarín y la Universidad de San Andrés.

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